En el lago de la ciudad de Capernaúm, al norte del mar de Galilea, en los tiempos de Jesús de Nazaret, un pescador esperaba una dracma que equivalía al pago por un día de trabajo. Cuando llegó el dueño de la barca, como la pesca había sido buena, además de la dracma, le ofreció uno de los peces que recién había sacado del lago. El pescador aceptó agradecido. Pero, su jefe, sin darse cuenta, en lugar de darle una dracma le dio un estatero, que equivalía a un poco más del doble de la suma estipulada. El obrero, al percatarse, se hizo el disimulado y escondió el estatero dentro de la boca del pez, para que su jefe no le reclamara nada, sin darse cuenta que éste aún estaba vivo, por lo que al sacudirse cayó al lago llevándose la moneda.
Más tarde un pescador llamado Simón, poblador de aquella ciudad había arrojado su anzuelo al lago, era el mes de Adar cuando los judíos pagaban el impuesto para el mantenimiento del Templo.
(Basado en Mateo 17: 24-27 NTV)*.
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Este cuento está incluido en el libro “En la orilla (cuentos cortos)” de Sebastián Colotto.
Ilustración original: Nelson Samuel García.

Sebastián Colotto
Es de La Plata, donde estudió la Carrera de Periodismo y Comunicación Social en la UNLP. Está casado. Es escritor, autor del blog "libro Itinerante" y del libro de cuentos cortos "En la orilla". Es co-fundador de la Asociación Civil Ecclesia Joven y editor de Siempre Reformándose.

Sebastián Colotto
Es de La Plata, donde estudió la Carrera de Periodismo y Comunicación Social en la UNLP. Está casado. Es escritor, autor del blog "libro Itinerante" y del libro de cuentos cortos "En la orilla". Es co-fundador de la Asociación Civil Ecclesia Joven y editor de Siempre Reformándose.
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