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¿La mujer calle en la congregación?

    Mujer y biblia

    Por: Patricia Sampaoli de Bonacci

    Querida Señora Benavídez:

    Me detengo en su carta, donde me dice que el sitio de las mujeres cristianas es callar en la congregación (1 Corintios 14:37). Creo que, en ese sentido, también le ha faltado citar los versículos que señalan que es el padre el que elige si su hija debe casarse o permanecer soltera (1 Corintios 7: 35-37) o que las esposas deben llamar “señor “a sus maridos (1 Pedro 3:6). ¿Por qué lo digo? Porque en casos como éstos, es necesario tener en cuenta el contexto histórico de esos pasajes de la Biblia o revisar la situación particular de la iglesia en Corinto. Hay una línea que se debe marcar para distinguir entre lo que corresponde al momento en que fue escrito un texto y lo que es un mensaje para todos los creyentes de hoy. Esto permite reconocer, también, las partes de la Biblia que no han perdido su vigencia en absoluto.

    Es muy cierto que preponderan los líderes varones desde los inicios del cristianismo. En el templo judío de los días de Jesús había recámaras separadas, teniendo en cuenta las diferencias étnicas y las masculinas-femeninas, en lo que se refería a las prácticas religiosas.  En la parte externa, se hallaba la Corte de los Gentiles utilizada por los extranjeros; luego continuaban los espacios donde ningún gentil podía ingresar: la Corte o Patios de las Mujeres y la Corte de Israel para los varones judíos que conducía al Lugar Santo, donde solamente los sacerdotes podían entrar. Finalmente, se hallaba el Lugar Santísimo, al cual el único que accedía era el Sumo Sacerdote.

    La obra redentora de Cristo introdujo una nueva era, donde todas esas paredes divisorias fueron destruidas y cada creyente, sin importar la raza, el sexo o cualquier otra diferencia, tiene el mismo acceso a Dios. “Porque Él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación” (Efesios 2:14). “Porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús” (Gálatas 3:27-28).

    En Lucas 2: 36-37 encontramos a la profetisa Ana irrumpiendo en el templo para confirmar que Jesús era el Mesías, el esperado libertador de Israel. Evodia y Síntique eran líderes espirituales en la iglesia de Filipos. Lo declara Pablo: “…que ayudes a éstas que combatieron juntamente conmigo en el evangelio, con Clemente también y los demás colaboradores…” (Filipenses 4:3). Y Febe, diaconisa en la iglesia de Cencreas, es citada en Romanos 16:2 con la expresión “…porque ella ha ayudado a muchos…”; además, el historiador Eusebio, comenta que ella supervisaba dos iglesias y que viajó largamente durante su ministerio.

    A las mujeres escogidas y consagradas por Dios, nunca se les negó ejercer papeles de liderazgo, ni el derecho para trabajar en un determinado don o llamamiento divino. ¿Cómo es posible seguir pensando que no tienen libertad de expresión legal y bíblica dentro de las congregaciones, basados solamente en tradiciones eclesiásticas que nos han confundido por generaciones? ¿Cómo no dar crédito a un montón de evidencia bíblica?

    1 pensamiento en “¿La mujer calle en la congregación?”

    1. Gracias Patricia. Coincido plenamente en mi condición de cristiana primeramente y como mujer.
      Para seguir hablando y reflexionando.
      Mercedes

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